Había una vez en la India un rey muy rico que,pese a ello se mostraba indiferente a cualquier bien material por más precioso que este fuese y sólo se preocupaba de cultivar una profunda religiosidad.
Lleno de curiosidad ante este hecho,uno de sus súbditos quiso averiguar cual era el secreto de aquel hombre, que a diferencia de la mayoría de nobles y cortesanos,no se dejaba deslumbrar por el oro y las joyas . Tras lograr que el monarca le recibiese en audiencia privada, el hombre le preguntó : "Cómo hace usted,señor,para vivir volcado en la espiritualidad en medio de tanta riqueza?".
El rey le dijo: "Responderé a lo que me preguntas si recorres mi palacio con una vela encendida.Vigila que no se apague.Si lo hace,te decapiré".Cuando el súbito concluyó el reto,el rey le preguntó: "Y ahora que has podido ver mis riquezas con tus propios ojos,¿ que opinas de ellas?".El hombre ,aún tenso ante la estresante prueba a la que había sido sometido,respondió :"No vi nada,pues sólo estaba atento a que la llama no se apagase". Y el monarca sentenció: "Ese es mi secreto.Estoy tan ocupado en avivar la llama de mi espiritualidad que las riquezas del mundo no me interesan nada".
4 comentarios:
Una reflexión interesante.
Besote guapa
una veritat com un temple, ens hem de fixar en el que realment és important
¡Hola, Pakiba!!!
¡Que bueno eh!, amiga: Es verdad que no debe deslumbrarnos lo material, al fin todo queda aquí; y además corrompe la honestidad y por lo tanto: apaga esa llama preciosa de la vela encendida de la vida, que no somos precisamente muchos los que la conservamos.
Ha sido un placer, amiga.
Te dejo mi gratitud y mi estima siempre.
Un abrazo y se muy muy feliz.
molt maco Paki
per tenir-ho present !!
petons de sargantana
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