SU CABEZA EN LA ALMOHADA
La he visto levantarse a la mañana
y a la noche, acostarse.
Y juro que su cabeza en la almohada tenía el resplandor
de la sagrada corona de María,
juro que su cabeza en la almohada resplandecía
como la dorada corona de María.
El corazón se siente atraído por algo tan leve
y la mano por algo tan cálido,
pero juro que apreté una piedra contra el corazón
cuando tomé a la dama por asalto.
Cubrió una sombra su rostro aquella noche;
su mano cubrió el encaje de su bata,
pero juro que su cabeza en la almohada tenia el resplandor
de la sagrada corona de María,
juro que su cabeza en la almohada resplandecía
Como la dorada corona de María.
Tennessee Williams
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