que perfumaban y soñaban en la primavera dulcemente crepuscular.
Vigilan dientes de gavanzo,se muerden,punzan espinas de marzoleto en la tierra campestre,ramas traviesas agarran la cinta roja de la trenza.
Ya salió ella del arbusto,su sangre se turba,cálida.
¡Ay!,¿Quizá la habrá visto alguien?
¿la institutriz ,quizá?¡Qué horrible sería!
Y temerosa y feliz va ella hacia el sol poniente
mientras las violetas del valle
muy humildes besan el filo de la falda a la más joven de las niñas.
Él llega del bosque,por el sendero que va entre arándanos ,
va ágil y rápido.
¡Ve,qué pronto ha saltado la valla del jardín!
Se inclina el gorro de estudiante como una boina,
y en el ojal de la solapa.
una ramita de cerezo florida y mojada de rocío.
Pero alrededor , a través de las hojas,creyó ver
muchas miradas indiscretas
creyó que el mirlo preguntaba,desconfiado a donde iba.
Y ya van los dos, y a la luz crepuscular empiezan a diluirse,
pero sus rostros brillan
felices,oscuros dominios se levantan ante sus ojos.
Se vieron en la colina,se vieron junto al arroyo
bajo el brillante endrino.
Se besan,temerosos ,avergonzados por la luna.
Erik A.Karlfeldt
Premio Nobel 1931
2 comentarios:
Los amantes...buscan formas de seguirse amando...siempre
Besos
Aquesta atracció fatal que a tots ens té sempre alerta
Publicar un comentario