El chicle es un polímero gomoso que se obtiene de la savia del árbol Manilkara zapota, de la familia de las sapotáceas originario de México, América central y América del Sur tropical. Por su sabor dulce y aromático ,numerosos pueblos amerindios utilizaban la goma para mascar. En otras partes de Iberoámerica, la palabra es sinónima de goma de mascar; si bien la mayoria de las actuales emplean una base de plástico neutro , el acetato polivinílico . Hasta hace poco tiempo el chicle utilizaba aún esta savia como material. Un sustituto del chicle se puede obtener de la piel de vacuno.
El proceso de la recolección del chicle se asemeja mucho al que se utilizaba para extraer el caucho de la Hevea brasiliensis.
Entre julio y febrero , en la estación lluviosa , el tronco del árbol se marca por la mañana con cortes de machete poco profundos y en zigzag, para que la savia mane por los cortes y se deposite en bolsitas colocadas a ese efecto; por la tarde los chicleros recogen el kilogramo y medio (aproximado) que ha brotado y lo transportan a plantas de procesamiento.
El M.zapota no se explota hasta cumplir los 25 años, y, puesto que escarifica los cortes antiguos sólo puede drenarse cada árbol una vez cada dos o tres años.
Mascar chicle es un hábito que muchos de nosotros tenemos sin considerarlo útil ni saludable, pero su práctica no sólo es agradable y brinda frescura a nuestra boca, sino que, detrás de esa pequeña porción de goma de mascar se esconde una serie de beneficios, hasta el momento poco conocidos.
Se sabe que la goma de mascar contiene xilitol y sorbitol, los cuales son azúcares alcoholes que no se absorben por completo en nuestro organismo ni pueden ser fermentados por las bacterias de nuestra boca, por lo tanto, son un gran recurso para barrer los desechos de la misma cuando se libera saliva sin propiciar el desarrollo de caries.
Se analizó la relación entre este hábito con el apetito y la ingesta de calorías y se comprobó que las personas que mastican chicle después de comer, dsminuye su ingesta de calorías en un 8 %. Esto es debido a la menor sensación de apetito que genera el mascar chicle, ya que se envian señales al cerebro que activan el proceso de saciedad.
El hábito de mascar chicle produce un leve gasto calórico que oscila en las 11 calorías por hora y además el chicle sin azucar permite calmar la ansiedad mediante la ingesta de un producto "dulce" sin azúcar ni calorias.
4 comentarios:
Pues qué alegría me das, porque me encanta.
Lo peor para mí es cuando estoy preocupada, agobiada, o chunga, y me da por estirarlo con los dedos, convirtiéndolo en una auténtica guarrada. Voy controlando esta mala costumbre, pero todo depende de la situación.
Me ha entusiasmado esta lección. Ya no me dirán que es cosa de críos, responderé con conocimiento.
Un abrazo, guapa.
ME HA ENCANTADO, HE APRENDIDO""""""
BRAVO, BRAVÍSIMO, ME ENCANTA APRENDER COSAS NUEVAS...SIGUE ASÍ ME RECHIFLA
a comer chicle para conservar la silueta¡¡¡¡
tu siempre con consejos tan útiles y curiosos, saludos querida Pakiba
No en tenia ni idea, ens haurem d'enganxar a la xicletada!!!
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