BARCELONA

BARCELONA
Barcelona es bona si la bossa sona, tan si sona com si no Barcelona es bona

viernes, 11 de noviembre de 2011

A MI QUERIDA MADRE

Si estuvieras todavía entre nosotros hoy cumplirías 100 años .

El viento pasa ululando
y siempre se lleva una flor
dándole vida a la nada
y quejidos de dolor.

Huérfanos nos dejastes
con ecos lastimeros 
y la noche de piedra negra
nos llenó con su dolor.

Suplican mis versos a Dios
por que tengas esa paz duradera
que en la tierra siempre te dió.
.

9 comentarios:

Tia Lelé dijo...

Ay Paqui, casi no puedo escribir de la emoción.Que no daría yo por tenerla conmigo.No importa la edad que uno tenga, siempre la tendremos en nuestro corazón como la más hermosa flor que Dios no regaló. Te quiero aún más por este recuerdo amiga mía a pesar de que me has hecho llorar.

Pep dijo...

Molt bonic aquest poema.
Segur que la teva mare et va donar una mica de pau i com un regal seu has de gaudir amb els teus.
Bon dia, Pakiba.

L. Gispert dijo...

Que bonito homenaje a tu madre, lleno de cariño, de amor. Emocionante, sensible. Un recuerdo admirable.

Un beso,

Luis.

P MPilaR dijo...

Qué preciosidad de entrega y homenaje a una madre!
No tengo palabras.
Muy emotivo.
Un abrazo

magazine.cat dijo...

De mare nomes ni a una :)

Humberto Dib dijo...

Hermoso, Pakiba, me ha llegado, pues no tengo a mi madre.
Te dejo un beso grande.
HD

Pakiba dijo...

Gracias a todos, hace 8 años que se fue y siempre la recordaré, es el ser que más te dá y por años que pase siempre la llevas en el corazón.

Con este homenage la recuerdo a ella y a todas las madres que no tenemos a nuestro lado.

Un abrazo a todos.

La abuela frescotona dijo...

querida Pakiba, no sabes cuánto valoro a aquellas personas que tienen un recuerdo tan bello de quien les dio vida, muchos pasamos por el mundo sin haber sido hijos, conocemos ese amor cuando nos convertimos en madres, te abrazo...

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

Hola Pakiba.
Pero tu madre desde el cielo te comtempla y agradece tu bello Poema, así lo pienso yo.
Nuestras madres siempre viven en nuestra mente.
Pero sus almas nos protegen desde el Cielo.
Petons, Montserrat